Su Majestad el Rey Felipe VI ha clausurado la sesión matinal del Congreso Futuro Iberoamericano destacando la fortaleza, la diversidad y el potencial de la región para impulsar soluciones conjuntas a los grandes retos globales.
En una intervención centrada en la cooperación y en el papel de las redes iberoamericanas, el monarca ha afirmado que “nuestra comunidad iberoamericana tiene una fuerza singular, una historia compartida y una diversidad que nos enriquece”, subrayando el valor de este espacio común como plataforma de diálogo y construcción colectiva.
El Rey ha puesto en valor la dimensión humana, cultural y lingüística del espacio iberoamericano, señalando que “tener fuertes raíces comunes y miradas plurales nos permite conectar profundamente regiones y continentes, generaciones y formas de pensar”. En ese sentido, ha señalado la próxima celebración de la 4ª Conferencia Internacional de las Lenguas Portuguesa y Española, que “pone de relieve la hermandad y la vitalidad de nuestras dos grandes lenguas”.
Felipe VI ha resaltado la necesidad de reforzar la cooperación en ámbitos estratégicos como la transformación digital, la sostenibilidad y el desarrollo social, recordando iniciativas recientes impulsadas desde la comunidad iberoamericana. “La red de conexiones iberoamericanas es muy tupida”, ha dicho, destacando la Carta Iberoamericana de Principios y Derechos en los Entornos Digitales y la Carta Medioambiental aprobadas en la Cumbre de Santo Domingo de 2023, “que reflejan el compromiso regional con una transformación digital centrada en las personas y una transición verde sostenible”.
Asimismo, ha mencionado las redes iberoamericanas en materia de agua, cambio climático, biosfera y meteorología, y programas como CYTED, la Alianza Iberoamericana de Enfermedades Raras (ALIVER) y las iniciativas en discapacidad. Estos esfuerzos, ha señalado, demuestran “la capacidad de Iberoamérica para generar ideas, impulsar la creatividad y ofrecer respuestas constructivas a los desafíos de nuestro tiempo”.
El Rey ha subrayado además que este Congreso Futuro Iberoamericano constituye “una valiosísima oportunidad para seguir pensando juntos el papel de Iberoamérica en el mundo”, insistiendo en el valor de la cooperación científica, educativa y cultural. “Apostar por el conocimiento es nuestra mayor fortaleza. Iberoamérica tiene mucho que aportar a la conversación global: conocimiento, talento, innovación y una profunda vocación de cooperación”.
Mirando al futuro, Felipe VI ha anunciado la celebración de la XXX Cumbre Iberoamericana en Madrid en 2026, reafirmando el compromiso de España con el proceso iberoamericano: “España tiene el honor y el placer de acoger nuevamente esta cumbre, un espacio donde podemos transformar ideas en compromisos concretos. Cuenten con España para seguir construyendo este futuro que queremos y que debe ser compartido”.
El monarca ha concluido expresando su reconocimiento a la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y a la Fundación Encuentros del Futuro (FEF) por impulsar este primer Congreso Futuro Iberoamericano, y ha asegurado el apoyo institucional necesario para consolidar este espacio como foro permanente de reflexión, ciencia, cultura y acción conjunta en la región.
Energía, educación y cultura en la era digital
La segunda jornada del Congreso Futuro Iberoamericano ha centrado su sesión matinal en la transición energética, el papel de la universidad en la sociedad del conocimiento y el impacto de la inteligencia artificial en la cultura y la educación. Los debates han buscado conectar la innovación científica con las demandas sociales y los retos geopolíticos que comparten Europa e Iberoamérica.
La vicepresidenta ejecutiva para una Transición Limpia, Justa y Competitiva de la Comisión Europea, Teresa Ribera, en conversación con el periodista Iñaki Gabilondo, ha subrayado que “la transición ecológica no es un lujo moral: es la condición para que Europa siga prosperando, y retrasarla es perder tiempo, dinero y oportunidades”.
Ribera ha insistido en la necesidad de que este proceso sea socialmente inclusivo: “La transición debe ser justa. No basta con tener razón en lo económico; hay que acompañar a los ciudadanos. El miedo al cambio no se combate con datos, sino con confianza, apoyo y oportunidades”.
La responsable europea ha destacado también la relevancia de América Latina en este contexto global y su papel estratégico en la seguridad energética: “En el continente más rico en biodiversidad y recursos estratégicos, la gran pregunta es si esa riqueza generará prosperidad local o dependencia”, ha señalado, defendiendo una alianza birregional basada en la corresponsabilidad y los valores compartidos.
Frente a discursos nostálgicos o regresivos, Ribera ha llamado a construir un futuro común: “No se trata de conservar un pasado idealizado, sino de construir un porvenir a la altura de los retos de este siglo”.
En el panel “La energía del futuro: el aporte de Iberoamérica”, el exministro chileno Juan Carlos Jobet, el directivo de Indra Vicente Huertas y la investigadora del Real Instituto Elcano Lara Lázaro han analizado las oportunidades de la región en el desarrollo de energías limpias, la electrificación y el hidrógeno verde. Lázaro ha recordado que “dos terceras partes de las reservas mundiales de litio se encuentran en la región”, mientras Huertas ha llamado a desarrollar “una capacidad exportadora que exigirá esfuerzos conjuntos”. Jobet, por su parte, ha advertido de que la transición energética será “larga y compleja, expuesta a cambios tecnológicos, regulatorios y geopolíticos”.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha subrayado la prioridad estratégica de Iberoamérica para España y la necesidad de “abordar de forma conjunta la transición verde, la digitalización, la migración como oprtnidad y la reducción de las desigualdades”.
El bloque dedicado a la educación superior, introducido por Eva Alcón, presidenta de CRUE, ha reunido a figuras como Cristovam Buarque, Enrique Graue, Alejandro Gaviria y Miguel Arrufat. Los ponentes han destacado la transformación digital de la universidad, el acceso equitativo al conocimiento y el valor social de la investigación. “Debemos poner en valor el impacto social de nuestras investigaciones conectando universidad, empresa y sociedad”, ha enfatizado Alcón.
El premio Nobel de Física 2012, Serge Haroche ha alertado sobre el avance de los movimientos anticientíficos y ha recordado que “solo la ciencia puede resolver los grandes desafíos del planeta. Los científicos, trabajamos como una sociedad de personas presionadas para encontrar una solución y, al mismo tiempo, tenemos que responder a actos irracionales”.
El último panel de la mañana, dedicado a cultura, educación e inteligencia artificial, ha analizado el papel de la creatividad, el bienestar emocional y la innovación pedagógica en un mundo marcado por la aceleración tecnológica, con reflexiones de Norka Malberg, Mariana Maggio y Sergio Juárez, moderadas por Jaime García Cantero.

