Desde 2014, son numerosos los países que han adoptado una Política Exterior Feminista, especialmente en Europa y en Iberoamérica, incorporando principios de igualdad, inclusión, derechos humanos y justicia global en sus políticas exteriores.

El Gobierno de España entiende la Política Exterior Feminista como una política transformadora de la sociedad, que aborda las raíces de las desigualdades de género y busca cambiar las estructuras sociales y los estereotipos que alejan a las mujeres del poder, el liderazgo y los espacios de toma de decisión. Por tanto, no se trata únicamente de una cuestión de derechos de las mujeres, sino de un camino esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Es, en definitiva, una política estratégica para promover y proteger los derechos humanos, la democracia y el Estado de derecho.

En 2025 conmemoramos el 30.º aniversario de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing, así como el 25.º aniversario de la adopción de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Mujeres, Paz y Seguridad.

Ante estas efemérides, debemos celebrar los avances logrados, pero también redoblar los esfuerzos para evitar retrocesos y garantizar que todas las mujeres y niñas, en su diversidad, puedan ejercer plenamente sus derechos humanos. Asimismo, es clave mantener el compromiso de la comunidad internacional con el avance de la igualdad de género.