TRIBUNA
Mauricio Macri
Presidente de la República Argentina
Columna publicada en el suplemento especial en Le Monde Diplomatique en español, 01/02/2018
El mundo está cambiando vertiginosamente al compás de la innovación tecnológica. La globalización ha transformado nuestras economías, sociedades y patrones de trabajo. Las oportunidades para crecer se multiplicaron, pero somos conscientes de que los beneficios no se han distribuido equitativamente. Como consecuencia, es necesario desarrollar políticas que permitan aprovechar las posibilidades que tenemos con la meta más amplia de no dejar a nadie atrás.
Frente a las profundas transformaciones globales que estamos viviendo, la XXVI Cumbre Iberoamericana celebrada el pasado 16 de noviembre en La Antigua volvió a convocar a los países que conformamos el Espacio Iberoamericano con una misión fundamental: avanzar hacia una «Iberoamérica próspera, inclusiva y sostenible», teniendo como eje nuestro compromiso con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Es destacable el rol de la SEGIB que promueve esquemas de cooperación regional
Para la Argentina, el Espacio Iberoamericano es una oportunidad para proyectar nuestra visión del mundo e implementar políticas y proyectos que reflejan nuestros valores y prioridades. Es una plataforma donde se pueden generar consensos y coordinar posiciones y políticas regionales sobre los distintos temas que integran la agenda del desarrollo como la erradicación de la pobreza, el cambio climático, la reducción de las desigualdades entre varones y mujeres, las migraciones, las transiciones energéticas, la creación de empleo decente, y responder a los distintos desafíos globales como el crimen organizado, la corrupción y el narcotráfico.
En este sentido, es destacable el rol de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) que promueve esquemas de cooperación regional, Sur-Sur y triangular. Nos da oportunidades a los países que la integramos y, gracias a su importante tradición de integración regional y la cultura de cooperación compartida, es un puente en la relación entre América Latina y Europa.
Argentina tiene una larga y fructífera trayectoria en el espacio Iberoamericano. Hemos sido sede de dos Cumbres (en 1995 y 2010), ocupamos el segundo lugar en aporte de recursos humanos y de infraestructura necesarios para la ejecución de los programas e iniciativas de cooperación, y somos el cuarto contribuyente al presupuesto ordinario de la SEGIB.
Actualmente y hasta 2021, la Argentina ejerce la Presidencia y la Unidad Técnica del Programa Iberoamericano para el Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur (PIFCSS) lo que nos posiciona en un rol relevante en la nueva arquitectura de cooperación. Además, el próximo 20 de marzo, seremos la sede de la II Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur, donde abordaremos las estrategias para impulsar conjuntamente el desarrollo económico, social y ambiental en los Países del Sur.
Vamos a seguir trabajando para estrechar aún más la cooperación entre Latinoamérica y la Península Ibérica
Los argentinos valoramos los espacios de cooperación e interconexión de las economías de nuestra región como plataformas para promover la creación de trabajo de calidad, ofrecer educación a la altura de los desafíos de este siglo y fomentar la innovación. También como vehículo para potenciar a las Pymes y a los emprendedores a través del intercambio de información, la transferencia de conocimiento y su inserción en las cadenas globales de valor. Es por eso que vamos a seguir trabajando para estrechar aún más la cooperación entre Latinoamérica y la Península Ibérica y así avanzar juntos en la construcción de una comunidad iberoamericana próspera, inclusiva y sostenible.
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