La ministra de cultura de España, Carmen Calvo; el Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias; y el Secretario General de la OEI, Álvaro Marchesi, presentaron la Carta Cultural Iberoamericana, un documento llamado a convertir la cultura en uno de los ejes básicos de las relaciones internacionales del siglo XXI.
La Carta, que se presentó en el Museo del Prado de Madrid (España), supone la culminación del esfuerzo de ministros y ministras iberoamericanos para que se reconociera la importancia de la cultura en la región, en todos los ámbitos, ya que en muchas ocasiones “va muy por delante de la política”, como afirmó la Ministra de Cultura española.
La Ministra elogió la elección de la sala de las Meninas como escenario, ya que la obra más conocida del pintor Diego Velázquez representa un símbolo de la identidad común de las naciones iberoamericanas, al ser una muestra del arte hispanoamericano, pero con un título derivado de una palabra portuguesa.
Al evento asistieron, entre otros, la secretaria de Estado española para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, el ex presidente de Colombia Ernesto Samper, la Secretaria Adjunta de la Secretaria General Iberoamericana (SEGIB), Maria Elisa Berenguer y el Director del Museo del Prado, Miguel Zugaza.
Cultura en Iberoamérica
En su intervención, el Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, señaló que la cultura es el principal factor de identidad y cohesión de la comunidad iberoamericana de naciones, sin olvidar la importancia que la diversidad cultural y el mestizaje juegan en esa identidad cultural.
Para Iglesias, la cultura es “un espacio muy propicio para la integración de nuestras naciones”, y por eso “importa, e importa mucho como base política para proyectos hacia afuera y para darnos cohesión hacia dentro”.
Valor económico de las lenguas
En su exposición, el Secretario General Iberoamericano esbozó un mapa de los aspectos más importantes de la cultura iberoamericana, resaltando la importancia de las lenguas española y portuguesa y centrándose, sobre todo, en el valor económico de ambas.
Iglesias advirtió que pese a que el español y el portugués son un claro dinamizador de las economías, es preciso diseñar alguna estrategia conjunta a nivel regional, para la cual existen debilidades y amenazas, pero también fortalezas y oportunidades.
Entre las fortalezas, destacó el importante crecimiento económico de territorios de habla hispana y portuguesa y la creciente internacionalización de empresas españolas fuera del área iberoamericana.
En ese sentido, una de las principales debilidades, que era la carencia de una coordinación en una estrategia conjunta de los países de lengua hispana y portuguesa, la resuelve la Carta Cultural Iberoamericana.
El documento, señaló Iglesias, "facilita mecanismos para un mejor conocimiento de esta gran riqueza compartida, creando las condiciones para una mejor circulación de los bienes y productos culturales de la región".
Retos de la Carta Cultural Iberoamericana
Para el Secretario General de la OEI, Álvaro Marchesi, la Carta Cultural Iberoamericana tiene un reto fundamental: “conseguir que la cultura sea un espacio de encuentro, de reconocimiento, de valoración, de disfrute con las expresiones de uno y de otro, de pertenencia social, de búsqueda de la igualdad entre las personas; un espacio que se configure como una fuerza capaz de romper las diferencias y las desigualdades” y para ello deben participar todos los actores sociales.
Carta Cultural Iberoamericana
La Carta Cultural Iberoamericana es un proyecto político de gran magnitud que sienta las bases para la estructuración del “espacio cultural iberoamericano y para la promoción de una posición más fuerte y protagonista de la comunidad iberoamericana ante el resto del mundo en uno de sus recursos más valiosos: su riqueza cultural”
Este documento constituye una poderosa herramienta de apoyo a la Convención sobre Diversidad Cultural, aprobada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en octubre de 2005.
El próximo día 18 de junio está previsto que en la sede de la UNESCO en Paris se presente una nueva agenda cultural internacional, y el texto iberoamericano busca ser un complemento de esa agenda.
El documento fue engendrado en la VIII Conferencia Iberoamericana de Ministros de Cultura celebrada en Córdoba (España) en 2005 y aprobado en la XVI Cumbre Iberoamericana de Montevideo en 2006. Su objetivo es favorecer el desarrollo de la diversidad interior de los países que la suscriben e idear nuevas fórmulas de coordinación en la expresión internacional de Iberoamérica en materia de cultura, especialmente en asuntos como los derechos de autor, el patrimonio o las industrias culturales.
Corresponde a la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y a la OEI cooperar en este proyecto para impulsar en sus respectivos ámbitos de actuación y de manera coordinada los mecanismos y programas que den cuerpo al mandato de la XVI Cumbre Iberoamericana, sumando a todos los actores sociales y culturales implicados.
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