Cada dato sobre la cooperación iberoamericana encierra un rostro, una historia y un propósito. Rostros de personas beneficiadas por la fuerza del diálogo, el aprendizaje y la solidaridad. Detrás de cada rostro se esconde una relato que refleja la fuerza de la cooperación iberoamericana y el valor de construir, juntos, un futuro compartido. La forma iberoamericana de estar en el mundo.
Lucero: la preservación del arte del color
En una pequeña aldea de México, Lucero García, artesana, transforma y enseña el arte de los pigmentos naturales, preservando una tradición ancestral que llena de color la vida cotidiana de su comunidad.
«La Casa de las Pinturas comenzó en 2008. Fue un proceso de investigación y diálogo con los abuelos, donde descubrimos no solo el poder curativo de los colorantes, sino también cómo usarlos para pintar. Lo que para nuestros abuelos ‘mancha’, para nosotros ‘pinta’», relata Lucero.
Gracias a Iberartesanías, uno de los 30 programas de cooperación iberoamericana impulsados desde la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), Lucero ha logrado rescatar y preservar el legado de sus antepasados, llevando el conocimiento de los pigmentos naturales más allá de su región.
Martina Cabanas: el arte escénico como puente para la memoria colectiva
Martina Cabanas utiliza las artes escénicas como puente para proteger la memoria colectiva. Gracias a Iberescena, el programa de fortalecimiento de las artes escénicas en Iberoamérica, la dramaturga española consiguió viajar a Argentina para presentar su obra Nos, una sátira política que reflexiona en torno del totalitarismo, “sea del lado que sea”, de índole política o religiosa.
“Animaría a todo el mundo a pedirse un Iberescenas y cruzarse al charco, no solo porque la experiencia lo vale y es un placer, sino principalmente porque lo que te llevas artísticamente es maravilloso, porque te dan otra perspectiva, otro punto de vista, otro otra forma de hacer, otra forma de vivir el arte”, afirma entre bambalinas.
Luis Barbé: de Uruguay al escenario mundial gracias a Iberescenas
Luis Barbe, cornista de la prestigiosa Orquesta de Viena, ha llevado su música a las bandas sonoras de El Señor de los Anillos y The Crown. Sin embargo, sus inicios estuvieron marcados por el apoyo de Iberorquestas, un programa de cooperación que abrió puertas a su talento y le permitió compartir su arte con el mundo.
Pese a las dificultades, Luis anima a los jóvenes músicos a perseverar: «Hay que soñar en grande, insistir y tocar puertas, incluso si recibimos muchos ‘no’. Programas como Iberorquestas son fundamentales porque apoyan a jóvenes músicos y crean oportunidades que pueden cambiarlo todo».
Meica Valdivia: digitalizar la memoria botánica del herbario
Meica Valdivia, bióloga y técnica del Museo Nacional de Historia Natural, fue seleccionada en una de las becas del programa Ibermuseos, una iniciativa de cooperación iberoamericana que fomenta el intercambio entre profesionales de museos.
«Escribí un proyecto y lo presenté. Era la oportunidad perfecta para conocer otro museo, ver cómo trabajan allí y compartir experiencias con profesionales del mismo ámbito», explica Maica.
Su proyecto se centra en la elaboración de un protocolo de digitalización para ejemplares botánicos del herbario, con un enfoque especial en una colección singular: cerca de 400 plantas colectadas por Horacio Quiroga en la Selva Misionera. Esta colección forma parte de un conjunto mucho mayor: más de 100.000 ejemplares botánicos recolectados en Uruguay y otras partes del mundo, preparados y conservados para distintos fines, desde estudios científicos hasta consultas artísticas.
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