El Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC), un organismo internacional de derecho público, umple 30 años de trabajo por el desarrollo sostenible de los más de 45 millones de indígenas, el 8% de la población de América Latina y el Caribe.
Creada en 1992 por la II Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, esta entidad celebra en Madrid sus tres décadas de vida en el marco de la XVI Asamblea General que se reúne, con carácter extraordinario, el 21 y 22 de julio en Madrid, España.
Durante la sesión de honor de la conmemoración, la Secretaria General Iberoamericana, reafirmó su compromiso de apoyo a las acciones contenidas en el último Plan de Acción de la FILAC, reforzado en la pasada Cumbre de Andorra de 2021 en la que se mandataba dar seguimiento a esa estrategia, priorizando el diálogo intercultural y el autodesarrollo de los pueblos indígenas.
Con miras a la próxima Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, a celebrar en marzo de 2023, bajo el lema: “Juntos, hacia una Iberoamérica justa y sostenible”, el trabajo del FILAC es fundamental, dado que vulnerabilidad y exclusión que sufre la población indígena.
“Porque una Iberoamérica más justa requiere de un esfuerzo adicional que nos permita acabar con todas las formas de discriminación y exclusión que aún hoy afectan a los pueblos originarios; y porque una Iberoamérica más sostenible exige que seamos capaces de incorporar a nuestros conceptos de abundancia y de escasez, de éxito y de desarrollo, elementos propios de la filosofía indígena, basada en el equilibrio con la naturaleza y el concepto integral del “buen vivir””, señaló Carlos Blasco, jefe de Gabinete de la SEGIB, en representación de Andrés Allamand, Secretario General.
Durante el transcurso del III Encuentro de Altas Autoridades Indígenas de Iberoamérica, la SEGIB ratificó su trabajo, junto a la FILAC por articular espacios para sumar esfuerzos nacionales y regionales a favor de la concreción de los derechos de los pueblos indígenas. El objetivo: seguir estrechando y reduciendo las brechas de implementación de los derechos de los pueblos originarios con miras al 2030.
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