La Secretaria General Iberoamericana destacó la contribución de Cuba a la educación que «no se limita a lo que se enseña, sino también a cómo se concibe la enseñanza, al ejercicio permanente de reflexión» y agradeció muy especialmente al sistema cubano de instituciones de educación superior y a las entidades de ciencia e innovación tecnológica de Cuba, que a través de su adhesión a la Alianza para la Movilidad Iberoamericana, fueron los primeros en dar su voto de confianza a la iniciativa y contribuyeron a generar un efecto multiplicador.
Así mismo, invitó a otros organismos e instituciones iberoamericanas a sumarse a la plataforma, que pretende posibilitar que un número significativo de personas, 200.000 de aquí a 2020, pueda realizar un período de estudios o una práctica laboral en otro país, garantizando la equidad y la naturaleza incluyente.
Finalmente, recalcó que los países tienen «una oportunidad clara en términos de construcción del Espacio Iberoamericano del Conocimiento» aprovechando «la complementariedad y cooperación entre sus centros de estudio» considerando a la movilidad académica como «una excelente vía para que nuestros sistemas educativos logren mejorar su calidad y satisfacer la creciente demanda por educación superior que acompaña la expansión de las clases medias en América Latina.»
Al congreso asistieron también Ministros y Viceministros de educación de todo el mundo, así como reconocidas autoridades en educación.
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