Las tres políticas, muy críticas con los obstáculos que aún relegan a las mujeres a una segunda línea en el poder económico, político y social, pidieron la construcción de una “masa crítica” que genere “mayor participación” de la mujer en la vida pública.
El moderador Iñaki Gabilondo recordó que sólo ha habido 9 mujeres presidentas en América Latina en los últimos 30 años, a lo que Isabel Allende añadió que un buen ejemplo de ello es Chile, donde han tenido que pasar 200 años para que hubiese una mujer presidenta en el Senado, y enfatizó en el hecho de que «En nuestras generaciones persiste el machismo y tenemos un techo de cristal y muchos obstáculos que no se ven».
Asimismo, recalcó la importancia de contar con las nuevas generaciones porque «su forma de relación más horizontal hace que avancen más rápido» y de concientizar a la sociedad de que «una única presidenta no puede hacer el cambio sociológico de un país. Se necesita una acción colectiva».
Por su parte, Beatriz Paredes recordó que «las mujeres en la historia ya habian gobernado, la diferencia ahora es la llegada de la mujer por la vía democrática» e hizo énfasis en la importancia de generar una equidad social puesto que desde su punto de vista «el mundo tan desigual es inviable, provoca un alto nivel de tensión social intraurbana y es un error».
La secretaria general destacó la dificultad que conlleva el cambio del status de la mujer en todos los ámbitos, y reconoció que «hay que creer en el cambio para producirlo y gestionarlo». Además, estuvo de acuerdo con Allende respecto a la juventud, añadiendo que «el tema de género es un tema colectivo de cambio societal y hay que dialogarlo con los jóvenes».
Igualmente, recalcó la importancia de la lucha por la equidad, que «además de beneficiar a las mujeres beneficia a la sociedad en su conjunto» y recordó que la agenda de genero «es una agenda que hay que construir dentro de nuestra diversidad, de la diversidad de las mujeres».
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