Intentar lograr resultados tangibles y que se abandone definitivamente la retórica, como componente del quehacer iberoamericano. Ese ha sido uno de los objetivos alcanzados por las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno en la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo, según recoge la Fundación Carolina en un informe publicado recientemente.
El documento, titulado “La Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo. Una hoja de ruta marcada por la digitalización, la sostenibilidad, la seguridad alimentaria y el medio ambiente”, analiza con una visión crítica y analítica los principales logros alcanzados durante la Cumbre celebrada el pasado marzo.
Escrito por Sagrario Morán Blanco, Catedrática de Relaciones Internacionales, y por Cástor M. Díaz Barrado, Catedrático de Derecho Internacional, el artículo subraya el papel de la Cumbre Iberoamericana para profundizar en la concertación política y la cooperación entre los iberoamericanos, así como en el diseño de lineamientos para la política exterior de los países de la región.
“No debe sorprender que finalmente se haya llegado a acuerdos y compromisos que quedan plasmados en tres instrumentos de gran valor político y que servirán de guía en el comportamiento de los países de la región”, señalan los autores.
En ese sentido, el informe analiza los principales ejes de la Carta Medioambiental Iberoamericana, la Carta Iberoamericana de Principios y Derechos en los Entornos Digitales y la Ruta Crítica para Alcanzar una Seguridad Alimentaria Incluyente y Sostenible en Iberoamérica, documentos todos ellos aprobados durante la Cumbre de Santo Domingo.
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