El Seminario Iberoamericano "Juventud y Desarrollo: Participación y Voluntariado" concluyó hoy con la necesidad de un mayor reconocimiento del voluntariado y un aumento de la intervención de los jóvenes en las decisiones gubernamentales que provocan cambios en la sociedad.
Durante dos días, miembros de organizaciones juveniles, ONGs y parlamentarios de 22 países de habla portuguesa y española, han puesto en común proyectos y experiencias de voluntariado como paso previo a la celebración de la XVIII Cumbre Iberoamericana, que tendrá lugar en El Salvador entre los días 29 y 31 de octubre.
Karina Bolaños, viceministra de Juventud de Costa Rica, y María Rosa Jiménez, presidenta del Instituto Nacional de Juventud de Venezuela, fueron las encargadas de presentar las conclusiones finales a las que se ha llegado en las distintas mesas de trabajo de este Seminario.
Bolaños defendió que el recién creado Espacio Iberoamericano de Juventud debería consolidarse como un “espacio de diálogo que sirva de interlocutor entre la sociedad civil y los gobiernos”. Además, en la mesa de trabajo dedicada a la Participación, se concluyó que debería estimularse la democracia participativa con medidas que no sólo estén dirigidas a los jóvenes sino también promovidas por ellos mismos.
Por su parte, María Rosa Jiménez, como portavoz de la mesa que trató el tema del Voluntariado, manifestó la intención de los jóvenes de presentar en la próxima Cumbre de El Salvador “un proyecto regional de voluntariado juvenil”, así como que se promueva la institución del Voluntariado con programas de formación que cualifiquen su actividad.
Optimismo para el futuro
En el acto de clausura, la secretaria adjunta Iberoamericana, María Elisa Berenguer, declaró que “aunque el poder de Internet no es visible, sabemos que existe y eso se verá en la Cumbre, donde se reunirán más de 600 jóvenes, que utilizan la red como principal herramienta de comunicación”.
De otro lado, la consejera de Gobernación, Clara Eugenia Aguilera, afirmó que “Juventud, Desarrollo, Participación y Voluntariado son cuatro elementos que constituyen el centro neurálgico del gran reto que tiene Iberoamérica”. Subrayó, además, que “los jóvenes latinoamericanos tienen por delante el desafío de conducir el desarrollo económico y social que permita acabar con la pobreza y los índices de desigualdad económica que atentan contra la estabilidad y la convivencia”. Asegún Aguilera, la sociedad andaluza es un buen ejemplo de este movimiento solidario y ha reseñado que en 2008 han sido casi 312.000 las personas voluntarias que prestan servicio en más de 4.000 asociaciones.
Auspiciado por Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), en el Seminario han colaborado, además, la AECID del Ministerio de Asuntos Exteriores (Agencia Española para la Cooperación Internacional y el Desarrollo), la OIJ (Organización Iberoamericana de la Juventud), la Consejería de la Presidencia de la Junta de Andalucía, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) y la UNIA (Universidad Internacional de Andalucía).
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