El Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias y la secretaria de Estado para Iberoamérica de España, Trinidad Jiménez, participaron en el ciclo de conferencias “Diálogos sobre Derechos Humanos y Seguridad Jurídica en Iberoamérica”, moderado por el juez español Baltasar Garzón, en Casa de América, en Madrid.

En su intervención, Iglesias destacó los avances de la región en los últimos años: importante crecimiento económico; consolidación de la democracia –sobre lo que resaltó la celebración de 12 procesos electorales en 2006-; progresos educativos, y el hecho de que los presidentes que no acabaron sus mandatos en los últimos años “se fueran por la puerta y por la Constitución”.

Sin embargo, dijo el Secretario General Iberoamericano, América Latina tiene grandes problemas, especialmente la pobreza, la mala distribución de la renta y la violencia ciudadana.

Por su parte, Trinidad Jiménez señaló que Latinoamérica, “es una región que está creciendo de una forma bastante sólida” y afirmó que uno de sus principales progresos es que sus problemas actuales, además de ser “solubles”, como destacó Iglesias, están “en manos de los propios latinoamericanos”.

Violencia y narcotráfico

En referencia a los Derechos Humanos y la Seguridad Jurídica en la región, Iglesias señaló a la violencia como el problema más “dramático” de la región y, además, “muy complejo” a la hora de analizar sus causas. Según el Secretario General Iberoamericano, la violencia no se explica sólo por la pobreza, sino que existen una serie de factores, entre los que destaca el narcotráfico, por lo cual atajarlo se convierte en el principal reto de la región. Para ello, afirmó, debe haber una participación activa de toda la sociedad.

La Secretaría General Iberoamericana

Preguntado por el proceso de consolidación de una comunidad iberoamericana, Enrique V. Iglesias explicó que la Secretaría General Iberoamericana surgió como un “proceso natural” en el marco de la profundización del espíritu iberoamericano y de las relaciones entre los países, actividad que se venía desarrollando con las Cumbres Iberoamericanas, y que surgió con dos objetivos: lograr apoyar el desarrollo en América Latina y generar una identidad iberoamericana para proyectar hacia la comunidad internacional.

Iglesias destacó la importancia de la actividad cultural «hecha desde el mestizaje» como «activo propio» y aseguró que «hay más afinidad entre los 22 países Iberoamericanos, que entre los de la Unión Europea».