Dubraska López, venezolana afincada en Uruguay, es contrabajista desde pequeña. Trabaja como directora de orquesta de niños en Canelones, y nunca pensó que llegaría a serlo, pero el programa Iberorquestas, que fomenta y fortalece las orquestas infantiles y juveniles de Iberoamérica, le ha servido de apoyo.
En su caso, decidió ser música para ayudarse a expresar sus emociones a través del lenguaje musical, desde su punto de vista «la música te ayuda a comunicarte, es un canal de expresión».
Por su parte, Facundo Touriño, uruguayo de 18 años, ha desarrollado su carrera como percusionista en el sistema de orquestas y coros infantiles y juveniles de Uruguay.
El instrumento favorito de Facundo son los platos, le gusta el sonido característico que tiene y agradece al sistema de orquestas que puedan utilizar instrumentos de su propiedad para poder estudiar y practicar 24×7.
Iberorquestas juveniles es un programa de cooperación iberoamericana que a través de la música, ofrece una oportunidad para mejorar su vida a jóvenes de toda Iberoamérica. El programa se compone de las historias de miles de jóvenes a los que la música ha ayudado a cambiar sus vidas. Sus vivencias también son Cooperación Iberoamericana.
Gracias a Iberorquestas, la práctica orquestal se reconoce como una valiosa herramienta para el desarrollo artístico y humano, así como para la integración social en Iberoamérica.
«La música siembra valores en el alma de las niñas y de los niños. Les enseña a apreciar lo bello, lo noble, y allí está el gérmen de lo que luego se transforma en valores estéticos que luego se transforma en valores éticos.» Maestro José Antonio Abreu, Iberorquestas Juveniles.
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