El conocimiento, la historia y la diversidad de los 22 países de la comunidad iberoamericana se encuentran en los documentos de IberArchivos, un programa que cumple ahora un cuarto de siglo para el fomento del acceso, organización, descripción, conservación y difusión del patrimonio documental.
Con el propósito de contribuir a consolidar el Espacio Cultural Iberoamericano se creó hace 25 años IberArchivos, una iniciativa de cooperación e integración de los países iberoamericanos articulada y ratificada por las Cumbres Iberoamericanas de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, para el fomento del acceso, organización, descripción, conservación y difusión del patrimonio documental.
El programa de Apoyo al Desarrollo de los Archivos Iberoamericanos, que nació en 1998, incentiva lazos de solidaridad y fortalece las capacidades de los profesionales y la promoción de los archivos iberoamericanos de cualquier tipología, desde los Archivos Generales de la Nación a los Archivos Municipales, pasando por Archivos de instituciones de Derechos Humanos o a otros de localidades pequeñas y remotas, como pueden ser la de los pueblos indígenas.
Precisamente, esa universalización del programa es lo que destaca Silvestre Lacerda, Presidente del programa, como uno de sus grandes valores: “El principal impacto positivo tiene que ver con la posibilidad de ir más allá de los archivos nacionales. No sólo nos centramos en los archivos generales, sino que también apuntamos a archivos pequeños en pequeñas comunidades, otras instituciones universitarias, municipales o privadas».
Para su funcionamiento, esta iniciativa parte de un fondo financiero que apoya proyectos presentados a convocatorias anuales de ayudas a proyectos archivísticos. Entre la primera convocatoria de ayudas de 1999 y la última aprobada en 2022, se han apoyado 1.431 proyectos en 23 países, con una inversión total de casi 8 millones de dólares.
A futuro, la Secretaria Técnica del programa, Cristina Díaz, considera que hace falta pensar en grande: “Tenemos que seguir impulsando el desarrollo de los archivos en Iberoamérica. Por una parte, hay que apoyar y ayudar al trabajo diario que realizan nuestras archiveras y archiveros, y al tiempo hay que fomentar el acceso de toda la ciudadanía a los documentos que conservamos en nuestras instituciones patrimoniales».
El programa considera de vital importancia promover la preservación, gestión y acceso a los archivos, reconociendo su papel crucial en la construcción de identidades, el fortalecimiento de la transparencia y la salvaguarda de los derechos de la ciudadanía. Asimismo, aboga por el fomento de políticas archivísticas integradoras, la cooperación entre instituciones y la sensibilización pública sobre el valor inestimable de los archivos en la salvaguarda en la preservación de la memoria y la construcción del futuro.
Por su parte, para Enrique Vargas, Coordinador del Espacio Cultural Iberoamericano, realza la importancia de este Programa de Cooperación Cultural en el marco de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), ya que este esfuerzo multilateral en materia de archivos ha sabido innovar e incorporar gradualmente las mejor tecnología para la preservación y difusión del patrimonio documental de Iberoamérica. De igual manera, resalta toda la formación e intercambio de experiencias entre los profesionales de la archivística llevada a cabo en los últimos 25 años.
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