Iberoamérica busca un consenso ante el cambio climático

El Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, la Secretaria de Estado de Medio Ambiente de España, Teresa Ribera, el responsable del Club de Madrid, José María Figueres, así como el ministro del Ambiente de El Salvador, Herman Rosa Chávez, se reunieron el 15 de junio…

El Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, la Secretaria de Estado de Medio Ambiente de España, Teresa Ribera, el responsable del Club de Madrid, José María Figueres, así como el ministro del Ambiente de El Salvador, Herman Rosa Chávez, se reunieron el 15 de junio en Madrid con los responsables de 21 países de la Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático en busca de una posición común iberoamericana ante el cambio climático.  

En la reunión pronunció una conferencia el profesor estadounidense Thomas E. Lovejoy, innovador y reconocido biólogo de la conservación del medio ambiente,  quien propuso la utilización del término “diversidad biológica”. Durante gran parte de su carrera, Lovejoy ha trabajado en América Latina y es una de las personalidades más influyentes en el mundo acerca del tema del cambio climático.

El biólogo atrajo la atención sobre el hecho de que los últimos diez mil  años han sido inusualmente estables en la historia climática del planeta, así que la aventura humana se ha desarrollado en ese entorno estable, que ahora está cambiando dramáticamente. Señaló también que el cambio climático está causando un enorme impacto en los sistemas biológicos en su conjunto y quien lo provoca es una sola especie: el ser humano.

Lovejoy enfatizó que no se necesitan sólo teorías, sino acción: “podemos deshacer lo que hemos hecho; es posible conseguir de nuevo un equilibrio ambiental.  Puesto que el tiempo nos acucia, es importante ser prácticos, actuar con urgencia en aspectos concretos, como por ejemplo,  la conservación de lo que queda de los bosques tropicales. Los informes que se publican, todos muy alarmantes, se basan en datos recogidos varios años antes y es importante darse cuenta de que nos enfrentamos al desafío más grande que la humanidad ha tenido nunca”.

 

Por su parte, Teresa Ribera se refirió a la próxima reunión que se celebrará en Copenhague sobre cambio climático durante la Presidencia española de la Unión Europea. España pretende que se consiga un acuerdo exigente para lograr un mundo más justo y cooperativo, sin dejar pasar la oportunidad de lograr consensos importantes y teniendo muy presente la importancia de la perspectiva iberoamericana. “Hay que plantearse, señaló Ribera, si todas las soluciones pasan por la contabilidad del carbono y también cómo lograr una concertación multilateral en la gestión de los temas ambientales”.

Enrique V. Iglesias declaró que, siendo el medio ambiente uno de los focos de la actividad continuada de la SEGIB, se ha decidido ahora impulsar de forma específica la sensibilización hacia la importancia del cambio climático. La Red Iberoamericana lleva ya cinco años trabajando y la SEGIB va a apoyar decididamente las medidas de prevención y adaptación en toda la región iberoamericana, que es una gran potencia mundial en recursos naturales.

“Hay motivos para ser optimista respecto a nuestras posibilidades –añadió el Secretario General–,  ya que en los años setenta todavía no había ninguna conciencia de la relación entre medio ambiente y desarrollo y, en un lapso de sólo veinte años, un país como España ya tiene más del 20% de su energía proveniente de fuentes renovables. Por otra parte, el cambio de rumbo en EE UU permite concebir esperanzas respecto a los cambios sustanciales que deben decidirse en la reunión de Copenhague y que no pueden sino ser beneficiosos para Iberoamérica”.

 

 

 

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