La I Conferencia Iberoamericana de Género concluyó en Santiago de Chile con una llamada a terminar con la discriminación de la mujer y reconocer su aporte al desarrollo de los países.

El encuentro, que reunió a representantes de 20 países de Iberoamérica, concluyó con una declaración final (PDF) y una llamada a que se incorpore la perspectiva de género al concepto de cohesión social.

Durante los dos días del evento se constató que las mujeres, al sufrir múltiples discriminaciones, son las más afectadas por la pobreza, la exclusión social y las desigualdades que aún subsisten en los países de la región.

La ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) de Chile, Laura Albornoz, aseguró que la Declaración Final “reafirma que no es posible adoptar ninguna política de cohesión social que no incluya políticas diferenciadas hacia las mujeres, porque ellas son los agentes por los cuales se puede construir una efectiva cohesión”.

Las asistentes a la Conferencia acordaron también “incorporar en las agendas nacionales la revalorización del trabajo remunerado y no remunerado que realizan las mujeres” para que se formulen políticas públicas que fomenten “la corresponsabilidad entre hombres y mujeres”.

Asimismo, el documento señala la necesidad de “erradicar la violencia y discriminación contra las mujeres” así como “priorizar su participación política y favorecer la paridad y el ejercicio pleno de la ciudadanía”.

Conferencia de género como antesala de las Cumbres

La Conferencia de Chile supuso la incorporación, por primera vez, del tema del género en las reuniones previas a la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que celebrará su próxima edición en Santiago de Chile entre el 8 y el 10 de noviembre.

A este respecto, la declaración propone que “la Conferencia Iberoamericana de Género quede institucionalizada anualmente como reunión previa a las futuras Cumbres”.

La ministra Albornoz explicó que la intención de esto es “incorporar las necesidades o la perspectiva de género como tema transversal a las decisiones que adopten los mandatarios”.

Las delegadas asistentes a la Conferencia propusieron también que en las agendas nacionales de los Estados de Iberoamérica “se impulsen medidas legislativas, presupuestarias y reformas institucionales para reforzar la capacidad e incidencia de los mecanismos gubernamentales para el adelanto de las mujeres”, “así como garantizar que alcancen el más alto nivel jerárquico en la estructura del Estado y se fortalezca la institucionalidad de género en su conjunto”, añade el texto.

Dicha propuesta surge, según palabras de Albornoz, de constatar que “solamente es posible implementar políticas efectivas si los mecanismos para los adelantos de las mujeres están constituidos al más alto nivel y gozan de las asignaciones presupuestarias pertinentes”.