Exposición: México, Ciudad de Asilo, Refugio de Perseguidos

“Ciudad de México. Ciudad de Asilos. Ciudad Solidaria” es el título de la exposición que alberga el Conversatorio de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) entre el 10 y el 19 de diciembre.
La muestra, inaugurada el miércoles, día 10, por el Secretario General Iberoamericano, Enrique V….

Ciudad de México. Ciudad de Asilos. Ciudad Solidaria” es el título de la exposición que alberga el Conversatorio de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) entre el 10 y el 19 de diciembre.

La muestra, inaugurada el miércoles, día 10, por el Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, y por su Comisario, Enrique Márquez, reivindica la ciudad de México como tierra de asilo tanto para los exiliados de la Guerra Civil española, para los perseguidos por las dictaduras militares latinoamericanas, como para libaneses y judíos que huían de la violencia.

"México ha sido siempre el país de acogida, el punto de referencia en los momentos difíciles en los que hay que buscar amparo y apoyo", destacó el Secretario General Iberoamericano al presentar una exposición que, mediante vídeos y paneles informativos, recorre la historia del exilio en la capital mexicana.

Según su Comisario, Enrique Vázquez, la muestra tiene sus dos puntos culminantes en la llegada de aquellos que huyeron del fascismo en Europa y en la de quienes buscaban santuario para escapar de las dictaduras latinoamericanas.

"Son las dos grandes experiencias de asilo político que registra México", añadió Márquez, quien se ocupa de coordinar la celebración del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana en el Distrito Federal.

Estos son los exilios más conocidos, pero no los únicos que encontraron refugio en Ciudad de México. A finales del siglo XIX llegaron a la ciudad, en diferentes oleadas, refugiados libaneses que huían de la opresión del Imperio Otomano de 1860 o que buscaban nuevas condiciones de vida. Asimismo, la capital mexicana fue refugio, a partir de los años veinte del siglo pasado, para miles de judíos que dejaron Europa ante el agravamiento del nazismo.

La historia que relata la exposición está plagada de nombres propios: José Martí, quien llegó a Ciudad de México en 1874 huyendo del destierro al que fue condenado por apoyar la rebelión independentista cubana en 1868. O León Trotsky quien, perseguido por José Stalin, inició un periplo de huida que le llevó a Turquía, Francia y Noruega antes de llegar finalmente a la Ciudad de México como invitado del pintor Diego Rivera.

Fue en la capital mexicana donde Trotsky, que siguió escribiendo allí manifiestos contra el estalinismo, fue asesinado por el anarquista español Ramón Mercader del Río y donde se instalaron, ya en la actualidad, escritores como el británico Salman Rushdie, perseguido por fanáticos islámicos debido a su obra "Los versos satánicos", y el chileno Roberto Bolaño, huido de Chile tras el golpe militar contra Salvador Allende.

En la inauguración también intervino el diplomático Emilio Casinello, presidente del Centro Internacional para la Paz de Toledo, quien, hijo del exilio, llegaría a México de la mano de su padre al acabar la Guerra Civil española (1936-1939) y quien, cuarenta años más tarde, volvería al Distrito Federal como Embajador de la España democrática.

 

 

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