En el panel organizado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional para discutir respuestas a las demandas las clases medias: “América Latina: el crecimiento de las clases medias y la brecha de servicios”, el Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias afirmó que el crecimiento debe reposar en la productividad.
En América Latina, según cifras del Banco Mundial, el 30% de la población ya pertenece a la clase media. «Hay más habitantes dentro de la clase media que entre los pobres», recordó Iglesias. Definir qué es clase media no es fácil, añadió: «En este concepto aparece educación, mantenimiento de los ingresos, acceso a servicios… y en los últimos años, acceso a la capacidad de consumo».
«La clase media hoy impulsa o deprime el consumo, y por tanto, afecta a la economía de forma determinante», recordó. ¿Qué ocurre si las personas pierden esa capacidad de compra y de avance social? «¿Cómo se hace para enfrentarse a una vuelta atrás, y a que esas personas vuelvan frustradas y cabreadas?», preguntó Iglesias. Por eso, cree necesario que los Gobiernos entiendan que «hay que reposar ese crecimiento basado en la productividad».
El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, por su parte, señaló que la clase media en Latinoamérica representa un riesgo crucial y su expansión coloca a los gobiernos de la región frente al reto de mejorar la calidad de los servicios públicos y su acceso.
El Secretario General Iberoamericano destacó a su vez la importancia de consolidar el crecimiento frente al futuro económico de la región. “Tenemos una clase media que cuenta en el crecimiento de la economía, y su crecimiento es importante para la consolidación fiscal entre otros aspectos”, indicó. Iglesias subrayó, además, que la urgencia para atender las necesidades de este sector de la sociedad ha quedado evidenciada por las recientes turbulencias sociales en países como Chile y Brasil.
Este cariz reivindicativo puede dar lugar a que, a medio o largo plazo, la clase media se convierta en un nuevo foco de conflicto que amenace la gobernanza en lugar de contribuir a consolidarla. “En la medida en que el sistema político sea capaz de garantizar un mayor crecimiento basado en una mayor eficiencia, atendiendo no sólo a paliar las desigualdades sino a la gran transformación de la productividad, se evitará este problema”, señaló Iglesias.
La incertidumbre sobre la consolidación del estatus de aquellos ciudadanos que se han incorporado a esa nueva clase desde la pobreza y que son los más vulnerables a los efectos de la desaceleración económica que han vaticinado en esta semana el FMI y el Banco Mundial, es uno de los factores que subyace tras las protestas ciudadanas que se suceden en diversos países de América Latina en aras de mayor igualdad social y sobre la advirtió Iglesias. “¿Qué hacemos para paliar esa frustración por las consecuencias de los ciclos económicos?”, se preguntó.
“Una clave es saber si esa clase media será a partir de ahora un agente del cambio social. Hay que prestar atención a su papel sociopolítico», dijo El Secretario General Iberoamericano en la apertura de este panel especial organizado por el Banco Mundial.
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