Las “empresas con propósito” o del Cuarto Sector, aquellas que tienen un potencial de cambio sistémico a nivel ambiental, social y económico, cuentan con cada vez más figuras jurídicas y reglamentarias que las respaldan en Iberoamérica, según una investigación realizada por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC) de Canadá.
El estudio “Las empresas con propósito y la regulación del Cuarto Sector en Iberoamérica”, el primero que se ha llevado a cabo sobre el tema, fue presentado hoy en Santo Domingo por la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, quien se encuentra de visita oficial en República Dominicana; el director regional para América Latina y el Caribe de PNUD, Luis Felipe López Calva, y la vicepresidenta de Regiones, Estrategia y Política del IDRC, Julie Shouldice.
La investigación destaca la figura jurídica de las Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo como un instrumento innovador de América Latina, y señala que tres países ya cuentan con legislaciones aprobadas en la materia (Colombia, Ecuador y Perú) y seis se encuentran discutiendo proyectos de ley en la actualidad, habiendo consenso político para avanzar en el tema.
El estudio se realizó durante un año en nueve países iberoamericanos (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, España, México, Perú y Uruguay), pero también analizó otras legislaciones de vanguardia fuera de la región (Canadá, Estados Unidos y Europa). Su objetivo es proponer a los gobiernos iberoamericanos una serie de medidas de política pública para impulsar a las empresas también conocidas como “B”, de economía circular o de triple impacto.
En este sentido, la investigación hace un llamado a los gobiernos de la región a que promuevan la compra pública sostenible, dando preferencia a este tipo de empresas, y a que concedan beneficios fiscales a aquellas compañías que generen un impacto social y medioambiental positivo.
“Las políticas públicas son clave para transformar nuestros mercados y hacer realidad los grandes cambios globales necesarios en materia de sostenibilidad e inclusión social, y generar condiciones de liderazgo empresarial igualitario para las mujeres. Es momento de lograr que la compra pública sostenible se consolide como un enfoque principal de la contratación. Comprar de empresas lideradas por mujeres y sostenibles puede jugar un rol catalítico para transformar nuestros mercados”, dijo Julie Shouldice, del IDRC.
La secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, afirmó que Iberoamérica puede convertirse en una región de vanguardia a nivel global en el impulso de estas compañías: “Hoy vemos que el apetito inversor y la validación ciudadana son dos elementos claves que ya están presentes en el auge de las empresas con propósito. Es imprescindible contar con el tercer elemento de la ecuación: el apoyo e impulso desde la política pública. Sólo así podremos hacer que estas empresas sean la norma y no la excepción en Iberoamérica”.
Por su parte, Luis Felipe López Calva, del PNUD, se refirió al apoyo que se ofrecerá al Cuarto Sector: “Llevamos más de un año analizando cómo podemos apoyar a las administraciones públicas en el impulso de un sector privado resiliente, justo y sostenible. Nuestro próximo paso será trabajar en el desarrollo de hojas de ruta a nivel nacional, poniendo a disposición de los países todo el conocimiento generado y el capital humano de las tres instituciones”.
Las “empresas con propósito” tienen cada vez más protagonismo en Iberoamérica. Actualmente representan más del 6% del PIB regional y emplean a 10 millones de trabajadores.
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