El programa Iberorquestas Juveniles fue aprobado en el año 2008, durante la XVIII Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno en El Salvador. Este programa de Cooperación Iberoamericana lleva años beneficiando a miles de niñas, niños y adolescentes de bajos y medios recursos mediante la formación musical.
Iberorquestas también es conocido como el Programa de Apoyo para la Constitución del Espacio Musical Iberoamericano. Este programa tiene como objetivo principal fomentar, apoyar y contribuir al diseño e implementación de la práctica musical en la infancia, adolescencia y juventud en situaciones de riesgo social.
A través de Iberorquestas Juveniles, miles de niñas, niños y jóvenes reciben capacitación musical de la mano de artistas de renombre internacional. De esta manera, se ha convertido en un espacio donde los alumnos, que en muchos casos provienen de entornos de pobreza y exclusión, pueden encontrar un sentido a sus vidas y una vocación artística que contribuye a su movilidad social.
Asimismo, Iberorquestas también trabaja por el fomento de la igualdad de género tanto en la práctica orquestal como en las actividades del programa. Esto se ve reflejado en el proyecto “Mujer, Música y Orquesta”, que nace como el objetivo de aplicar de forma integral la perspectiva de género en el mundo de la enseñanza y práctica musical. Por otro lado, con motivo del X Aniversario del Programa en 2018, se constituyó una Orquesta Juvenil Iberoamericana con integrantes de todos los países participantes.
Actualmente, son 12 países los que integran el programa Iberorquestas Juveniles: Argentina, Costa Rica, Chile, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Panamá y Uruguay. Cada uno de estos países realiza una aportación económica anual para crear un fondo que pueda dar apoyo técnico y económico para fomentar el desarrollo musical y el fortalecimiento del Espacio Musical Iberoamericano.
El logro más importante de Iberorquestas Juveniles ha sido juntar a 12 países con condiciones socioeconómicas radicalmente diferentes y con realidades distintas para el intercambio de experiencias y conocimiento. Hasta el momento, más de 25 mil niñas, niños y adolescentes se han beneficiado de la formación musical como una manera de adquirir una serie de habilidades que, en el futuro, podría permitirles tener mejores oportunidades en la vida.
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