Con el objetivo de reflexionar sobre el escenario postpantemia en el espacio iberoamericano, la Casa de América organizó el martes 9 de junio el debate virtual en directo ‘Iberoamérica tras la pandemia de COVID-19: impulsar la economía, salvaguardar la sociedad’, en el que participaron la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan; la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica de España, Cristina Gallach; el director regional para América Latina y El Caribe en el PNUD, Luis Felipe López-Calva y moderó la coordinadora de América Latina en la Fundación Alternativas, Erika Rodríguez.
El debate se centró especialmente en las consecuencias y alcances de la pandemia en el plano social, y los participantes analizaron cómo la economía deberá atender especialmente a los colectivos más vulnerables y reforzar los esfuerzos públicos en cuanto a la reconstrucción de las sociedades en la “nueva normalidad” para que, efectivamente, nadie se quede atrás.
El director de Casa de América, Antonio Pérez-Hernández Torra dio la bienvenida comentando que de acuerdo a todos los expertos que han pasado en esta época por los diálogos de Casa de América aportando análisis, predicciones y recomendaciones “Esta es la peor depresión desde la crisis de los años 30 del siglo pasado” añadiendo que América Latina enfrenta la crisis desde una posición más débil que el resto del mundo, al haber tenido un crecimiento económico muy lento en los últimos 5 años y encontrarse en un contexto de inestabilidad política y agitación social. Asimismo, expresó que todos estamos convencidos del “importante papel de la comunidad iberoamericana de naciones frente a la recuperación en esta crisis”, siendo la Conferencia Iberoamericana, y en especial la Cumbre Iberoamericana, un foro privilegiado para abordar los desafíos de la crisis a la que nos enfrentamos.
Por su parte, Cristina Gallach, secretaria de Estado de España, expuso el trabajo que está llevando a cabo España durante esta pandemia, que se ha basado en: colaborar con los organismos existentes, convertir los retos en oportunidades y ejercer un liderazgo en el marco de la Agenda 2030. Asimismo, enfatizó el trabajo en temas de cooperación compartiendo experiencias a través de diálogos con Iberoamérica para aprender los unos de los otros sobre experiencias sanitarias, apoyo social, rentas mínimas, género, universidades, etc.
Del mismo modo, reconoció el interés en que la SEGIB se refuerce, y ante la fragmentación de las dificultades haya compromisos, una visión compartida y acciones concretas, reforzando la cooperación y el multilateralismo, tan importante en estos momentos.
La secretaria Grynspan, por su parte, expresó que lo público no es sólo lo estatal, sino aquello que construimos juntos y “solo unidos podremos enfrentar las consecuencias de la pandemia” haciendo un llamado a que “todos los sectores de la sociedad muestren su mejor cara y se pueda establecer un nuevo pacto social para afrontar consecuencias tan profundas como las del COVD-19″.
Asimismo, puso de relieve el esfuerzo que se ha hecho en Iberoamérica de coordinación, cooperación y diálogo entre gobiernos, empresas, redes, sociedad civil, construyendo tejido institucional, lo que ha permitido reforzar esos lazos durante esta crisis. La integración multilateral y también la integración de “abajo hacia arriba” es una respuesta importante para enfrentar los retos de esta pandemia y futuras crisis globales.
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