El intercambio de experiencias, en el centro del debate del segundo día del Congreso Iberoamericano de Cultura

Innovación, Ciudadanía, Salud, Equipamientos Culturales, Economía y Mundo Digital destacaron en las mesas redondas del segundo día del Congreso. Escuchar a las poblaciones es fundamental en el diseño de políticas culturales públicas.

La segunda jornada del VIII Congreso Iberoamericano de Cultura, que tiene lugar en el Centro Cultural de Belém (Lisboa) bajo el lema “Cultura, Ciudadanía y Cooperación”, se desarrolló este miércoles con varias sesiones plenarias y mesas redondas dedicadas a los ejes de ciudadanía cultural iberoamericana, sostenibilidad, territorios, innovación y cooperación.

En la sesión de apertura, el Consultor de Contenidos de esta edición, Manuel Gama (Universidad del Miño), y la Directora de Relaciones Internacionales del GEPAC, Lurdes Camacho, hicieron una breve presentación del programa, sus temáticas y formatos.

También en esta sesión, Mónica Guariglio, Directora de la Cátedra UNESCO “Diversidad cultural, creatividad y políticas culturales”, destacó cuestiones prioritarias en el sector cultural actual, como la inclusión y la paridad de género, la remuneración justa para los creadores, la brecha digital o la sostenibilidad ambiental.  Por su parte, Ernesto Ottone, Director general adjunto de Cultura de la Unesco, presentó, en un video, algunas de las conclusiones del VII Congreso, celebrado en 2020 en México.

En la única sesión plenaria de esta segunda jornada, dedicada a Innovación y Ciudadanía y moderada por Benito Burós, del Ministerio de Cultura de España, se incidió en la necesidad de responder al reto de hacer de la cultura un bien efectivamente accesible mediante el cambio de la naturaleza de las instituciones y la creación de políticas públicas efectivas.

Márcia Rollember, del Ministerio de Cultura de Brasil, destacó la importancia de mapear puntos de cultura en un territorio y puso el ejemplo del programa Cultura Viva, creado por el cantautor y exministro brasileño Gilberto Gil, que identificó más de 2.400 puntos de producción cultural repartidos por todo el país que ahora son promovidos y financiados a través del programa. Como complemento, Flor Minici, del Programa Ibercultura Viva de la Secretaria General Ibreoamericana (SEGIB), reforzó la necesidad de “insertar la discusión sobre el acceso a la cultura en un contexto pospandemia que ha acentuado profundamente las desigualdades sociales y económicas en espacios como América Latina”.

Con el reconocimiento de que combatir estas desigualdades implica también “abrir” más “las puertas” de la cultura para “toda la población” y menos exclusivamente para “las élites”, la Directora de Camões, Ana Paula Fernandes, sostuvo que es fundamental mirar la cultura como medio primordial “que enriquece al individuo y como medio de desarrollo individual”.  A continuación, la Directora ejecutiva del Museo de Arte de Río (Brasil), Sandra Sérgio, admitió que la cultura no siempre se presenta como accesible: “Los museos, que suelen ser espacios arquitectónicos austeros y pesados, son buenos ejemplos de distancia entre la cultura y los ciudadanos”.

 

Mesas redondas para compartir casos de éxito 

Uno de los formatos destacados en este VIII Congreso Iberoamericano de Cultura han sido las mesas redondas que ponen lado a lado a responsables de proyectos intersectoriales en los que se utiliza la cultura como vehículo para dar respuesta a retos sociales de diversa índole.

En la mañana de este segundo día, tuvo lugar la mesa redonda “Cultura y Salud”, basada en el impacto positivo que tiene el acceso a la cultura en la salud física y mental de las personas. Henrique Amoedo presentó el Proyecto Bailando con la Diferencia, cuyo objetivo es hacer bailar a personas con y sin discapacidad. Sandro Resende habló sobre el Proyecto Manicómio, que imparte clases de artes plásticas a pacientes del Hospital Júlio de Matos. Marco Paiva, por su parte, impulsó el Proyecto Terra Amarela, que responde a la necesidad de crear un espacio de diálogo artístico, social y comunitario más amplio, promoviendo proyectos teatrales inclusivos y el acceso de personas con discapacidad. Al respecto, Arturo Barragán, quien dirige el Instituto de Reinserción Social de la Ciudad de México, sostuvo que “nuestras prisiones pueden ser físicas, emocionales o mentales. La cultura ayuda a impregnar las superficies y recuperarse emocional y mentalmente, conservando al mismo tiempo la libertad física”.

Al mismo tiempo, se desarrolló una mesa redonda dedicada a los Espacios y Equipamientos Culturales con la participación de Américo Rodrigues, de la Dirección General de las Artes; Rute Mendes, Coordinadora del Proyecto Acceso, de la ciudad de Lisboa Municipal; Malen Cayupi y Andrés Keller, del Proyecto BAJ de Chile, y Sónia Virjen Peréz Mojena, del Consejo Nacional de Patrimonio, de Cuba. La moderación estuvo a cargo de Katti Osorio, quien forma parte del recién formado Comité de Expertos en Cultura de la OEI.

Por la tarde se realizaron dos mesas más. En una de ellas, la economía de la cultura estuvo en el centro del debate. José Neves, del Observatorio Portugués de Actividades Culturales, explicó que en el caso portugués hablar de cultura y territorio es hablar de descentralización y atribución de competencias a las autoridades locales, que se presentan hoy como un agente inversor preponderante. En la búsqueda de ejemplos de mecanismos que garanticen el financiamiento cultural, Jesús Prieto presentó el Fondo Iberoamericano de Garantías Recíprocas, que a través de la evaluación de los proyectos que se le presentan emite garantías que ayudan a los artistas a obtener financiamiento de entidades bancarias que de otra manera serían inaccesibles.  En este panel también estuvieron Pablo Raphael de la Madrid, del Programa Iberartesanías; Trinidad Zaldivar, del BID, y Cláudia Sousa Leitão, de la Universidad Estadual de Seará.

Por su parte, Joana Miranda, del Servicio Educativo de Artes Mediáticas de Braga; Jorge Negrete, del Grupo de Política y Derecho Digital de México; Rafael Hoyula, del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF); María Raquel Evangelio Llorca, responsable de sobre cultura digital habló la Cátedra de Cultura Digital y Propiedad Intelectual, y la artista visual cubana Alejandra Gonzáles conversaron sobre cultura digital.

Entre todos prevaleció la idea de que una comunidad sin acceso a internet es una comunidad sin acceso a la cultura y que no se respeta uno de sus derechos fundamentales: el derecho a estar conectado. Por ello, sostuvo Rafael Hoyula, es imperativo que las entidades responsables de la inversión y el desarrollo, como CAF, prioricen la creación de políticas que aseguren que cualquier persona, sin importar su condición social, esté conectada.

 

OEI presenta Comité de Expertos en Cultura 

Para finalizar esta segunda jornada, la Organización de Estados Iberoamericanos presentó este jueves un Comité de Expertos Culturales, que contribuirá a fortalecer las iniciativas de cooperación cultural en Iberoamérica, con 12 reconocidos expertos culturales, de 8 países de Iberoamérica, elegidos por su larga y distinguida carrera.

Durante la presentación de la comisión, el Secretario General de la OEI, afirmó que «la cultura es la esencia de nuestra identidad como región iberoamericana. Representa no sólo un patrimonio inmaterial de incalculable valor, sino también un motor para un desarrollo sostenible y socialmente justo y ambientalmente responsable. En un mundo cada vez más interconectado y desafiante, la cultura se posiciona como un elemento clave para comprender y enfrentar los desafíos contemporáneos.

Puede acompañar el tercer y último día del VIII Congreso Iberoamericano de Cultura, en directo, desde su página oficial de Youtube.

Fotos del Congreso.

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