El Secretario General Iberoamericano, Andrés Allamand, participó de la 56° Junta Directiva de Rectores del Centro Interuniversitario de Desarrollo (CINDA), en la Universidad de Málaga, España.
En dicho marco dictó la Conferencia titulada “La Universidad Contemporánea en Iberoamérica y la Secretaría General Iberoamericana”. Durante su intervención, el SGI destacó los seis principales desafíos que enfrentan las universidades de la región:
- Universalización. La región ha superado el umbral del 50% de acceso a la educación superior, lo que ha permitido que hoy dos tercios de los estudiantes universitarios sean la primera generación de sus familias que accede a la universidad. Esto genera cohortes más heterogéneas, lo que requiere de una mayor capacidad de atención personalizada y un mayor número de profesores. Sin embargo, el ratio profesor-alumno ha experimentado un marcado descenso durante la última década.
- Mantener y mejorar la calidad de la educación brindada, pese a que ni los recursos materiales ni los humanos han crecido a la par que el número de alumnos, es otro de los desafíos que enfrentan las instituciones de la región.
- Formación. Dos preguntas resumen los retos en esta materia: ¿Se están formando los profesionales que los países necesitan? ¿La formación que esos profesionales están recibiendo es la idónea y pertinente?
- Se espera que las universidades jueguen un papel estratégico en nuestras sociedades y economías, similar al que desempeñan en países más desarrollados. Sin embargo, los recursos que se destinan a estas instituciones se encuentran muy por debajo del promedio de los países de la OCDE.
- Digitalización. Este fenómeno ha tenido un enorme impacto en la educación superior, sin embargo la mayoría de las universidades de la región carecen de una estrategia específica que oriente sus procesos de transformación digital.
- Inteligencia Artificial. El explosivo desarrollo de esta tecnología hace imperiosa la necesidad de contar con una regulación que resguarde los derechos de las personas y que asegure que en su desarrollo se corregirán los sesgos (de género, económico, raciales) que hoy son mucho más frecuentes de lo deseable. Las universidades deben tener un rol muy activo en el desarrollo de estas normativas.
El Secretario General se refirió también al trabajo que está liderando la SEGIB para resolver algunos de los problemas de la educación superior en la región:
- Avanzar en el reconocimiento de títulos y períodos de estudio. El problema radica en la complejidad, burocracia y demora asociada a estos procesos, y en su base se encuentra la falta de confianza entre universidades, autoridades de educación y agencias acreditadoras. Para avanzar en esta materia SEGIB esta impulsando la creación del sistema Iberoamericano de la Calidad de la Educación (SIACES).
- Incentivar la movilidad académica y del talento. Los estudiantes de América Latina presentan tasas de movilidad muy por debajo de la media mundial, y los índices de desplazamientos dentro de la región son particularmente bajos. Para dar vuelta estas cifras la Comunidad Iberoamericana cuenta con el recientemente aprobado “Convenio Marco para el Impulso de la Circulación del Talento en el Espacio iberoamericano” y con la iniciativa “Campus Iberoamérica”, que se encuentra en pleno proceso de actualización.
- Promover la transformación digital. Tras la aprobación de la “Estrategia Iberoamericana para la Transformación Digital de la Educación Superior” en la Cumbre de Santo Domingo (2023), los esfuerzos de la Comunidad se centran en la capacitación del profesorado en competencias digitales, el desarrollo de la cooperación académica virtual y el estudio de la madurez digital de las instituciones y sistemas de educación superior.
- Mejorar la cooperación en formación doctoral y postdoctoral. Los esfuerzos en esta área apuntan a aumentar el número de doctores que la región necesita, y a procurar que se encuentren distribuidos en las áreas de conocimiento que son críticas para el desarrollo de la región.
- Impulsar el desarrollo de la ciencia e innovación. Más del 90% del conocimiento científico que se genera en la región proviene de las universidades. Las “misiones de innovación” establecidas en la “Estrategia Iberoamericana de Innovación” son el mecanismos a través del cual la Cooperación Iberoamericana esta impulsando y orientando esa actividad para que entregue soluciones tecnológicas innovadoras a algunos de los desafíos que enfrenta la región.
Al concluir su presentación, el Secretario Allamand reflexionó sobre la importancia de que las Universidades se involucren la formulación de Proyectos Nacionales, que trasciendan las divisiones políticas y coyunturales y permitan sentar las bases de las sociedades a las que la región aspira.
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