A su juicio, se deben aprovechar los esfuerzos que ha hecho la región para formar a más jóvenes y no se deben defraudar sus expectativas, y consideró que el dinero que en los últimos años han dedicado los países latinoamericanos a la educación o la sanidad «fue una inversión, no un gasto» y además constituye «una fortaleza para el futuro».
El reto -añadió- es que «si lo desaprovechamos será un problema» porque los jóvenes que están más formados (un 70 % de los universitarios son los primeros que han llegado a ese nivel educativo en sus familias) tienen más expectativas y no se conforman con lo que tenían otras generaciones.
Además, recordó que la Alianza por la movilidad académica iberoamericana, promovida en la Cumbre Iberoamericana de Veracruz del pasado año, pretende crear 200.000 movilidades de estudiantes, profesores, académicos y becarios en prácticas en empresas hasta el 2020.
Por su lado, el secretario de Estado español de Cooperación y para Iberoamérica, Jesús Gracia, dio cuenta de los avances en la relación bilateral en la cumbre de Bruselas de junio pasado entre la Unión Europea (UE) y la CELAC (América Latina y el Caribe) como esa «plataforma universitaria» y se refirió al fin de la obligación de visado a los ciudadanos de Colombia y Perú que entran en países de la UE y a que hay un procedimiento en marcha para conseguir lo mismo con los ecuatorianos.
Así mismo, destacó como buena noticia de estos últimos meses que «el proceso de paz en Colombia es irreversible» y que la Unión Europea va a respaldarlo.
En la mesa redonda intervinieron también el exministro peruano Allan Wagner, el excanciller colombiano Guillermo Fernández de Soto y el ex primer ministro italiano Enrico Letta.
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