“Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género” es el tema del Día Internacional de la Mujer 2023, que se celebra hoy 8 de marzo. La igualdad de género es indispensable para el desarrollo sostenible. Por ello, la SEGIB anima a la Comunidad Iberoamericana a incorporar la perspectiva de género en las políticas de innovación para acabar con la brecha digital de género.
En el Día Internacional de la Mujer, la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) se compromete junto con los Organismos Iberoamericanos (la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, OEI; el Organismo Internacional de la Juventud para Iberoamérica; OIJ; la Organización Iberoamericana de Seguridad Social, OISS, y la Conferencia de ministros de Justicia de los países Iberoamericanos, COMJIB), mediante el siguiente comunicado a animar a la Comunidad Iberoamericana a desarrollar un ecosistema digital inclusivo desde las políticas públicas, que incorporen una agenda transversal de género, para asegurar un verdadero desarrollo sostenible y justo que no deje a nadie atrás.
Como bien reconoce el Compromiso de Buenos Aires (2022) y la Declaración de Santo Domingo (2023) es esencial promover diálogos intersectoriales y acciones de la cooperación iberoamericana que contribuyan al cierre de la brecha digital de género y, en concreto, al incremento de la participación de las mujeres y las niñas en las áreas científico-tecnológicas, para que las mujeres puedan insertarse igualitariamente en las nuevas economías digitales y en los ecosistemas de innovación, como plenas ciudadanas.
Asimismo, en una región en la que existen leyes que limitan o impiden el empoderamiento económico de las mujeres en todos los países iberoamericanos, la SEGIB también se compromete a seguir trabajando para garantizar reformas legales urgentes orientadas a la promoción del empleo de calidad, la reducción de los riesgos asociados a la desprotección sociolaboral que sufren las mujeres y a la prevención de la precarización de las formas de empleo emergentes; en alianza multisectorial con actores estratégicos claves para el empoderamiento de las mujeres en la región, así como a través de la producción de herramientas de conocimiento, como la Plataforma virtual de legislación en materia de autonomía y empoderamiento económico de las mujeres en Iberoamérica.
Lea aquí el comunicado con motivo del 8M del Comité Directivo de la estrategia global “Igualdad ante la ley para las Mujeres y las Niñas para el año 2030”
Cerrar la doble brecha: digital y de género
La crisis prolongada y multidimensional derivada de la pandemia ha impactado de manera desproporcionada sobre las mujeres, agravando las desigualdades estructurales de género ya prexistentes. Al mismo tiempo, la revolución digital y tecnológica está creando nuevas oportunidades, convirtiéndose en un catalizador del desarrollo sostenible y de recuperación transformadora.
Sin embargo, para que las mujeres y las niñas puedan aprovechar las ventajas de esta digitalización es necesario generar las condiciones de igualdad de oportunidades para que las barreras que estas enfrentan no impidan su empoderamiento en la era digital.
Hoy, la división sexual del trabajo y la organización injusta del cuidado, así como los patrones culturales patriarcales y discriminatorios, el dispar acceso a la conectividad y los riesgos asociados a la violencia digital de género, suponen no solo barreras en cuanto a la entrada, permanencia y promoción de las mujeres en las carreras científico-tecnológicas, sino también, limitaciones para su inserción, particularmente en puestos de liderazgo, en los sectores de mayor productividad.
Iberoamérica no es ajena a esta realidad. En la región, la brecha digital de género se evidencia en las menores oportunidades de participación de las mujeres en el mundo de innovación y digital, así como en su bajo protagonismo en el desarrollo de innovación tecnológica. Pero, además, también se evidencia en la mayor informalidad en el trabajo, la inestabilidad en las fuentes de ingreso y las desigualdades salariales que estas enfrentan y que ejercen un papel decisivo en su capacidad de empoderamiento económico.
Solo reafirmando el cumplimiento del ODS 5 podremos avanzar hacía un verdadero desarrollo sostenible con igualdad de género y plena participación de las mujeres.
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